La consideración del Plan de Vida como un instrumento integral y complementario a la planificación fue una de las observaciones realizadas por el profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Arturo Mejía, durante la continuación del análisis del proyecto de reforma a la Ley de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del Suelo, por parte de la Comisión de Gobiernos Autónomos.
En su exposición, Mejía abordó cuatro ejes: el Plan de Vida, la eliminación del Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo, la eliminación de la Superintendencia de Ordenamiento Territorial y el proyecto “Mi Parcela”.
Respecto al primer tema, planteó fortalecer la definición del Plan de Vida, de manera que sea reconocido como un instrumento integral que articule la autodeterminación y la visión colectiva de los pueblos con los objetivos plasmados en los planes de ordenamiento territorial y de uso del suelo.
En relación con la eliminación del Consejo Técnico de Uso y Gestión del Suelo, sugirió no derogarlo, ya que a través de esta instancia se podrían fortalecer las políticas nacionales y locales.
De igual forma, manifestó su desacuerdo con la eliminación de la Superintendencia de Ordenamiento Territorial. Precisó que esta institución no ejerce competencias administrativas en materia de uso y control del suelo, ni interfiere en las competencias exclusivas de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) municipales. Su función se limita a verificar y vigilar el cumplimiento de los requisitos legales nacionales y locales en la aprobación de los instrumentos de ordenamiento territorial, sus planes complementarios y actos administrativos.
Por último, sobre el proyecto de Ley de Reconocimiento y Garantía de la Vivienda Familiar Mi Parcela, señaló que no es viable establecer un régimen de fraccionamientos rurales ajeno al sistema de planificación y a las competencias de ordenamiento territorial, uso y control del suelo. Concluyó que esta propuesta presenta problemas técnico-jurídicos de fondo.
AM
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